¿Qué se esconde tras las ganas de huir?

Daniela Leiva Jun 6, 2016
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Todas hemos pasado por una situación en la que pensamos "no voy a sobrevivir a esto". Un quiebre matrimonial o de pareja, problemas de trabajo, traiciones, situaciones en la que sientes que no hay salida ni solución. La crisis es tan fuerte que se nos pasa por la mente una idea fugaz: "necesito escapar, ahora". Si bien alejarte por un tiempo del lugar o la gente que originó el drama ayuda a pensar con calma, irte para siempre a Tailandia no es la solución. Tampoco renunciar al trabajo que te gusta, ni cambiarte de región dentro del mismo país. A continuación te comento por qué:

1. Los problemas no se quedan, van contigo

Esto es un hecho: por más que huyas los problemas no van a desaparecer. Es como hacer trampa, ya que la situación queda en una suerte de "pausa" y va a llegar un día en que por casualidad te encuentres con un conocido, amigo o pariente que te traerá toda la angustia y el dolor de vuelta, como si hubiese sucedido ayer. Por otra parte, lo que te sucedió puede volver a pasar en tu nueva etapa y no querrás desarticular todo nuevamente, así que tarde o temprano deberás aprender a lidiar con ello.

2. Para conocer el origen del problema debes indagar en tu interior. Donde estés no importa mucho

Para dar vuelta la página y superar este momento de crisis, es necesario hacer una auto-evaluación y revisar si tu comportamiento fue influyente en el problema o si las personas en las que confiaste eran las adecuadas. De este modo podrás aprender y no cometer los mismos errores. Para llegar a estas conclusiones te necesitas sólo a ti y el lugar en donde reflexiones en realidad no es influyente.

3. Enfrentar tus miedos es parte de la solución

Luego de la auto-evaluación y ya tener mayor claridad, queda hacer frente a los lugares y personas que te provocaron tanto dolor. Tómate el tiempo que estimes conveniente, ya que no es algo fácil y eso se entiende. Pero debes hacerlo y te darás cuenta de que no es tan terrible como imaginabas. La mente exagera siempre para peor. En el caso de los miedos, ya habiéndolos superado, te sentirás tan orgullosa que olvidarás por qué te costó tanto dar el paso.

4. Un tiempo fuera no es malo, mientras no sea para huir de por vida

Tomar distancia de las situaciones no es igual a huir. Sirve para ver el panorama de una forma clara; por lo tanto no descartes la alternativa si sientes que te hace falta. Pero, como te mencioné anteriormente, la solución no llega sola ni depende de otro lugar: es un trabajo que debes hacer por ti misma y que te ayudará a crecer y a tomar mejores decisiones para el futuro. Recuerda que todo pasa con el tiempo y las crisis nos ayudan a aprender.

Y tú, ¿aún sientes ganas de escapar de todo?