Los escándalos ya son parte “normal” de la vida de Lindsay Lohan y, por supuesto, el 2009 no estuvo libre de aquello. Las repetitivas peleas con su novia, la DJ Samantha Ronson, las fotos que la delataban consumiendo cocaína en un bar a sólo 20 días de haber salido de rehabilitación. Además se le ha visto más flaca y demacrada que nunca. Con los labios hinchados de tanto botox, que claramente no la favorece, y posando para la Revista Muse en poses bastante decadentes.
Por si esto fuera poco, la crítica destrozó su intento de convertirse en diseñadora para Ungaro, en la Semana de la Moda de París, y ya casi no tiene trabajo cinematográfico.
Sin embargo, la actriz quiere recuperar su antigua vida y volver a ser la “promesa de Hollywood”, como alguna vez la catalogaron. Lindsay se propuso como meta este 2010 dejar las malas juntas y portarse bien. Al menos eso fue lo que publicó en su twitter hace algunos días: "Este año hay que ir para adelante, no para atrás. Quiero dejar a la mala gente, los malos hábitos y las energías negativas. Es hora de hacer cambios". Esperemos que el 2010 sea un mejor año para Lindsay.