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Artículos etiquetados con: pequeñas cosas terribles.

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  • Pequeñas cosas terribles: el celular sin batería

    Olvidar recargar el celular es algo común. Pasa con mayor frecuencia de la que quisiéramos. A veces, durante la noche, estamos tan cansadas que sólo llegamos a dormir o bien, una película nos distrae de conectarlo. El punto es que sólo lo notamos cuando requerimos enviar un e-mail urgente o ...

  • Pequeñas cosas terribles: cuando el tinte te decepciona

    Para muchas, el cabello suele ser la mayor preocupación. Nos obsesionamos tratando de que luzca único, diferente y además sobresalga comparado al resto. Buscamos consejos, modelos o cualquier idea en Internet; tratando de encontrar nuevos colores, cortes y diseños para renovar la cabellera. Cambiar el tono puede parecer sencillo, sobre ...

  • Pequeñas cosas terribles: ser crespa

    Carolina tiene 27 años, es soltera, trabaja para una oficina de turismo y desde niña que sufre por ser distinta. Todas sus primas, tías, amigas , gozan de tener un pelo largo, negro, brillante, azabache, muy liso, digno de sus apellidos indígenas, que al igual que Carolina llevan con mucho orgullo ...

  • Pequeñas cosas terribles: que se te desabroche el sostén

    Desde que empezamos a usar sostén, nuestras vidas cambian para siempre. Se transforman en parte indispensable de nuestra indumentaria. Empezamos a darle más atención a nuestros pechos (y claro que deberíamos), junto a la forma en que los cubrimos. A medida que crecemos, nos vamos dando cuenta de los mil ...

  • Pequeñas cosas terribles: hacer dieta

    De lunes a viernes voy al gimnasio a sudar la gota gorda para obtener el cuerpo que quiero. No es sólo una cuestión de físico, sino también de salud, pero vamos, no nos engañemos: ¿quién no quiere un cuerpazo como el de un ángel de Victoria's Secret? Pero allí ...

  • La impuntualidad

    Acuerdas una cita, llegas 10 minutos antes y esperas a que sea la hora pautada para que llegue la otra persona. Y esperas. Y sigues esperando. ¿Es que no piensan venir? ¿Es que mi tiempo no vale? Si yo pude esforzarme un poco por llegar puntual, me agradaría que hicieras ...

  • Pequeñas cosas terribles: atraer miradas por la ropa que usas

    Cuando cumplí catorce años, había ahorrado durante meses. Tenía muchas ganas de comprarme una minifalda que mis padres jamás en su vida me permitirían usar. Pensé que mi graduación de básica era la instancia perfecta para usarla. Sucedería en la tarde y sin padres por unas horas, así que nadie ...

  • Pequeñas cosas terribles: que tu pololo ronque

    Es terrible, pero tengo que aprender a vivir con esto. Mi pololo ronca y mucho. Tanto que ya he probado tapones para oídos, dormir con la música bajita y hasta acostarnos a distintas horas, cosa que yo ya esté durmiendo cuando él decida acostarse. Lo peor de todo esto es ...

  • Lo espeluznante de que se te rompa un taco

    Al igual que la mayoría de las mujeres, amo los zapatos. Por esta razón trato de seguir las tendencias del año, pero sin perder mi estilo. Sin embargo - y ya que todos los días tengo que ir a la universidad, aguantando de pie el trayecto de más de una hora ...

  • Pequeñas cosas terribles: saludar y no recibir respuesta

    Reconozco que no tengo el mejor genio del mundo, pero afortunadamente mis papás me educaron bien, y siempre he considerado un básico para convivir en sociedad el saludar y despedirse, dar las gracias, en lo posible sonreír, ser amables con quienes conocemos y también con los que no. Por eso ...

  • Pequeñas cosas terribles: las etiquetas nutricionales

    Dicen que la ignorancia es dicha y, por una vez, creo que la sabiduría popular puede estar en lo cierto. Todo comenzó cuando llegó a la oficina la Señorita de las Pausas Activas, contratada por el preocupado personal de Recursos Humanos. Dentro de sus nobles labores estaba no sólo movilizar ...

  • Pequeñas cosas terribles: los ataques de hipo

    Puedes estar rodeada de gente o sola, en la micro o en medio de una reunión de trabajo, pero de repente y sin aviso, te sale un sonoro: ¡hip! Vergüenza. Admitámoslo, podemos tener mucha personalidad, un tremendo desplante, pero ese sonido (acompañado de un saltito de nuestro pecho) no pasa ...

  • Pequeñas cosas increíbles: el aroma de los libros

    Hay fragancias que no existen en las botellas de perfume y que, sin embargo, nos producen mucho placer. La tierra mojada, el café, incluso la bencina son aromas muy atractivos para mí, y también el olor de las páginas de un libro, nuevo o viejo: cuando se trata de libros ...

  • Pequeñas cosas terribles: odiar tu trabajo o profesión

    Cuando estamos en el liceo, lo que más esperamos es poder salir para empezar a hacer lo que siempre hemos querido: El trabajo de tus sueños. Pero a veces –muchas– nunca logras encontrarlo. Esto me ocurre cada mañana cuando debo levantarme para ir a trabajar. Soy recepcionista en una reconocida ...

  • Pequeñas cosas terribles: los hombres lanzados

    "¡Vamos a un motel!" Y resulta que te conocen hace un día, ésta es la primera cita. Como mucho, ¿no? Algunas mujeres preferimos mil veces conocer bien a la persona que nos ha interesado, en lugar de volvernos locas y desatar todas las pasiones de una vez. Como siempre se ...

  • Pequeñas cosas terribles: que te interrumpan

    No quiero sonar extrema, pero de verdad siento que "llevar" una conversación en la que uno de los interlocutores se lo habla todo y el otro no tiene más opción que escuchar, es insoportable, ¡es un monólogo!. Son personas que no tienen ningún interés en lo que el otro tenga ...