Katy Perry y Russell Brand están oficialmente comprometidos para casarse. Basta fijarse en el lujoso anillo de diamantes Cartier que ella carga en su dedo.
Se conocieron en los VMas, en septiembre del año pasado. Se dice que el actor británico quedó impactado y que el flechazo fue inmediato por parte de ambos. Así que Brand se la jugó, enviándole un poema en el que le pedía otro a cambio, pero Perry, harto más osada, no encontró nada mejor que enviarle una foto de sus pechugas con la palabra “poema” escrita sobre ellas. ¡Para qué más personalidad! Desde ahí todo ha sido miel sobre hojuelas para la pareja. Él ya no puede ser más tierno y romántico con ella. Con decirles que la “pedida de mano” fue toda una sorpresa para Katy. Ayer leí en PerezHilton que, en víspera de año nuevo, la llevó al Palacio de Rambagh Mahal en Jaipur, India, y en un jardín preparó una mesa increíble con velas y toda la cosa. La hizo llegar en un carruaje, tomando champaña. Después, esperaron la media noche y vieron los fuegos artificiales desde ahí, pero no así no más, si no que ¡sentados en un elefante! Para luego, invitarla al Mughal Garden, que estaba iluminado entero con velas y rodeado de flores, entre las cuales estaba escondido el anillo. Ella lo encontró, él le propuso matrimonio y ella, sin pensarlo dos veces, dijo que sí.
A mí al menos no sé si me gustaría una puesta en escena tan ostentosa, creo que en la simpleza está el romanticismo, sin embargo, no hay que desconocer que el chiquillo le puso esfuerzo. Así, quién se podría negar.