¡Qué pena! La empresa de álbumes coleccionables más popular de Chile, pidió el martes declararse en quiebra ante tribunales. Después de múltiples esfuerzos por salir adelante, la compañía con 50 años de trayectoria se vio obligada a cerrar sus puertas.
¿Quién no coleccionó un álbum SALO? Me acuerdo que cuando chica mi favorito era el álbum “Me gustas”, con el que todas las niñas enamoradas podían canjear los minirecaditos, pequeñas cartitas que le dabas al amor de tu vida. ¡Ja! Todavía los tengo.
Me quedo con los mejores recuerdos de esta fabulosa compañía. En mis tiempos: láminas pegadas con StickFix, y cuando no tenías, las pegabas con cola fría no más; el entretenidísimo intercambio en el colegio, diciendo la mítica frase: “la tengo, la tengo, la tengo… ¡NO LA TENGO!”; y más.
La empresa significó mucho para niños, jóvenes y adultos. Creo que nuestra generación nunca dejará de agradecer esos maravillosos momentos que vivimos durante nuestra infancia, gracias a SALO.