Facebook ha cambiado notablemente la forma en que nos relacionamos, sobre todo con nuestra pareja. Algunos estudios dicen que ha aumentado las separaciones... y yo digo que a mí me ha facilitado muchas cosas.
No sé si para mejor o para peor, pero me cambió la vida. Ahora sé todo de quienes quiero... a veces me siento una espía-maniaca, pero siendo sincera, no creo que me comporte muy diferente al resto de los facebookianos, así que no me acompleja reconocerlo.
No es que esté todo el día copuchando lo que hacen todos mis amigos, sólo averiguo lo necesario de aquellos que me interesan y justo ahí está su gran valor: saber qué pasa con los minos que me gustan.
Me ayuda a conocer mejor sus gustos, sus intereses, sus amigos y amigas. Corroborar cosas que me han contado o descubrir si en realidad son unos loosers y descartarlos. También me ayuda a saber cuáles serán sus panoramas y ese tipo de datos que son súper útiles para darle un empujoncito a la relación. ¡Gracias Facebook!
Pero esa es mi situación... no creo que mis amigos que están comprometidos se sientan igual. De hecho, muchos están sufriendo constantes torturas de sus novias y novios que les preguntan por cada acción que hacen en esta red social: ¿Quién es esa nueva amiga? ¿Por qué te dejó ese post? ¿Y esa foto? ¿Cuándo estuviste con ellos? ¿Cómo que vas a salir con tus amigos? ¿Por qué no me habías contado?... etc. Una lata.
Ahora tenemos mucho más contexto sobre las otras personas, lo que nos ayuda a fallar menos a la hora de intentar algo con alguien, pero nos expone demasiado. A veces no puedes ocultar información perjudicial y te tienen más controlada. Así es Facebook... Love it or hate it.
¿Y a ti? ¿Facebook te ha ayudado o perjudicado?