Encuentro que aunque suene machista, hay pocas minas que son realmente secas dirigiendo y Kathryn Bigelow ha pasado a ser parte de este selecto grupo.
Hace unos días se convirtió en la primera mujer en la historia en ganar el Oscar a Mejor Directora por su película “The Hurt Locker”, siendo apenas la cuarta mujer nominada en esta categoría, y llevándose la estatuilla justo en la víspera del aniversario número 100 del Día de la Mujer. Hazaña no menor si pensamos que a Socorsese, por ejemplo, le costó 70 películas conseguirlo y por si esto fuera poco, le arrebató a su ex - James Cameron- los premios más importantes y luciendo increíble, cosa que, aunque en este caso es lo menos importante, debe ser lo máximo.
Me gusta que Bigelow se interese por temas que generalmente no son abordados por mujeres y que salga de lo común, poniéndose al frente de películas bélicas, de acción y terror, porque inevitablemente les imprime una mirada diferente, recurriendo a sus inicios como pintora, lo que además de un sentido distinto de la estética, le da ese toque inconsciente que sólo nosotras podemos proyectar.
Con fondos independientes y sin temor a asumir riesgos, tomó sus maletas y se fue, valientemente, a trabajar a Jordania, cerca de la frontera con Iraq. Lo que claramente le permitió tener cierta libertad creativa que con un estudio no habría logrado.
El resultado, una cinta brutal, pero narrada desde una perspectiva más íntima, aclamada por la crítica y la audiencia. Sin duda, es una película que hay que ver.