Cuando cambiamos de temporada mis antojos se vuelven selectivos y trato de probar todas las comidas posibles con las frutas y verduras frescas antes que desaparezcan.
Hoy desperté con ganas de comer algo diferente, original y fresco, pero no muy sofisticado.
Así que pensé en la uva. Todavía la podemos encontrar por un rato y sé que la voy a extrañar así que decidí sacarle un provecho mayor que considerarla una simple fruta: la preparé como el básico de una ensalada.
Elegí uva rosada, lejos la más rica, pero también puede ser con negra. Uva... con rúcula. Sí, una mezcla perfecta pasando del dulce y ácido de la vid, a el más seco, semi amargo y algo picante de las rúculas... un complemento ideal acompañado de semillas de maravilla y un rico aliño que te dejará feliz después de comer, lo suficientemente satisfecha, llena de energía, refrescada y sin culpas.
¿La receta? Así de simple:
7 tazas de rúcula lavada 3 cucharadas de semillas de maravilla 1 cucharadita de mostaza a la antigua 1 cucharadita de miel 1 cucharadita de tomillo fresco picado fino 1/3 de taza de vinagre de manzana 3/4 de taza de aceite de oliva Sal y pimienta a gusto
Hay que tostar las semillas en un sartén de teflón sin aceite. Luego mezcla todos los ingredientes del aliño con un batidor de alambre. Finalmente junta la uva, la rúcula y las semillas en un bol, agrega la salsa de aliño y sirve de inmediato.