Annie Leibovitz nació en 1949 y ya a los 31 años se hizo mundialmente conocida por fotografiar a John Lennon sólo horas antes que Mark Chapman lo asesinara afuera de su departamento de Nueva York en 1980. Años más tarde, haría noticia por dar a luz a los 52 años y ser pareja por años de Susan Sontag, una de las intelectuales más brillantes del mundo y a quien cuidó hasta la muerte de ésta en el 2005.
Pero Leibovitz, quien comenzó su carrera en las primeras ediciones de la revista Rolling Stone, venía armando su portafolio desde mucho antes. Es una mujer que se hizo durante el camino, llegando a ser una de las fotógrafas más respetadas no sólo dentro del mundo de la música, sino que también, en el ámbito de la política y la cultura estadounidense.
Conocida por tomar más de 200 fotografías en una sola pose, casi siempre de personajes famosísimos, Leibovitz, presentó su book de trabajos a Jann Wenner, editor de la Rolling Stone en 1970 y al poco tiempo se convirtió en editora fotográfica de la publición, donde su puesto la llevó a irse de gira con los Rolling Stones por varios meses y a retratar a los personajes más importantes del mundo.
Su talento para sacar características -a veces ocultas- de sus retratados y descontextualizarlos le valió ser la única mujer en exponer en el prestigioso National Portrait Gallery of Smithsonian Institute, además de ser nombrada "Leyenda Viviente" por la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos y trabajar en otras prestigiosas revistas como Vanity Fair y Vogue, dentro de la gigante editorial Condé Nast. Sus retratos se convierten en recuerdos inmediatos: Whoopie Goldberg sumergida en una tina llena de leche, David Byrne con una chaqueta completamente hecha de hojas, Demi Moore embarazada y desnuda o Hillary Clinton desde el balcón de la Casa Blanca. Todas imágenes que hemos visto en algún lado y se han quedado pegadas en nuestro inconsciente.