La semana pasada me topé con "The Royal Tenenbaums" en el cable y me acordé de lo mucho que siempre me ha gustado Margot, la hermana arisca y seria, interpretada por Gwyneth Paltrow.
Para mí es uno de los mejores personajes femeninos del universo de Wes Anderson, donde las mujeres siempre son geniales y más que enamorar a los hombres por su belleza, lo hacen por sus rarezas. Margot fue adoptada por los Tenenbaum y desde chica demostró una personalidad oscura y compleja; fumadora precoz desde los 12 años, dramaturga, inestable, misteriosa, casada con un hombre mayor al que no quiere y enamorada de su hermano adoptivo. Que Margot prefiera pasar horas metida en la tina viendo televisión y fumando en vez de salir a hablar con su marido, ya es un signo de su carácter de pájaro raro.
Más allá de su característico abrigo de piel y peinado, Margot me encanta porque a pesar de ser una persona seria y atormentada, sí puede demostrar sus sentimientos con su hermano Richie (Luke Wilson) y es, para mí, el mejor personaje que ha construido Paltrow en toda su carrera.