No son pocas las ocasiones en que aceptas ir a una fiesta o un carrete, y sabes que tendrás que irte temprano. Y, cómo no, se produce la más incómoda de las situaciones, cuando tienes que inventar una excusa para salir lo antes posible, sin ofender al anfitrión o que algún amigo cargante insista en que te quedes un rato más. Para evitar esta latosa experiencia, existe una estrategia infalible, que te aliviará más de un dolor de cabeza o te salvará de unas cuantas caras largas.
En primer lugar, trata de decir que tendrás que abandonar el lugar temprano cuando aceptes la invitación. Si se te olvidó decirlo, o lo decidiste después, explícalo al anfitrión cuando llegues al carrete. Saltar de pronto y decir "Tengo que irme, salió algo urgente" sólo genera preguntas que no querrás responder. Así que, si tienes que irte, hazlo en forma silenciosa y veloz. Despídete de aquellos con quienes estás hablando, busca al dueño de casa, agradece la invitación, menciona un par de momentos graciosos de la velada, y te vas. Al día siguiente, llámalo, pues el segundo agradecimiento siempre suavizará cualquier rencor que te puedan guardar.
Sin embargo, si no planificaste nada de esto, y tienes que salir en medio de la fiesta, cuando todos los ojos están sobre ti, tendrás que poner atención a la cantidad de invitados. Si son bastantes, entrega una buena excusa y sal del lugar sin armar escándalo. En cambio, si estás en una cena, no tienes más opción que esperar al postre y hacer un poco de sobremesa, al menos media hora.
Si ves que todavía se hace complicado salir, y realmente necesitas o quieres hacerlo, existen aplicaciones para iPhone, a muy bajo costo, que te permitirán simular llamadas de emergencia cuando necesitas esa urgente vía de escape. Todo vale en la guerra y en el huir de carretes fomes o incómodos.