Aunque nunca he visto una, siempre me han llamado la atención esas teleseries eternas que dan los canales gringos, más conocidas como Soup Operas. Acá las conocimos por Joey Tribbiani, el personaje de Friends que actuaba en una de las más famosas, Days of our lives, que comenzó nada menos que en 1965 y todavía sigue al aire.
Aunque suene extraño para nuestra televisión, hay algunas soap operas -llamadas así porque cuando comenzaron a transmitirse en los años 50, eran auspiciadas por marcas de jabón (soap)- mucho más longevas: Guiding Light, fue la primera, comenzando el año 1937 como un melodrama en la radio, pasando a televisión en 1956 y siendo cancelada recién el año pasado. Fue la telenovela más larga del mundo según el record Guinness. Después le siguen As the world turns, la cual termina en septiembre de este año,después de 54 años al aire. Days of our lives (la de Joey) que inció sus transmisiones en 1965 hasta el día de hoy y un montón más, como General Hospital, All my children y The young and the restless, Dallas (que fue ultra exitosa en Chile en los 80's), entre otras. Muchas de ellas realizan varias escenas en vivo y cuentan sagas familiares que ya llevan varias generaciones a cuestas, transformándose en verdaderos íconos de la cultura pop gringa.
Las soap operas han sido semillero de grandes actores que uno jamás se imagina que pasaron por una teleserie cebolla: Julianne Moore pasó por As the world turns, incluso ganando un Emmy por su papel doble; interpretaba a unas gemelas separadas al nacer. Morgan Freeman, Brad Pitt, Meg Ryan, Kevin Bacon y Marisa Tomei también tuvieron su paso por estas eternas telenovelas.
Lo divertido es que aunque duren mil años, los personajes van cambiando de actores y nadie dice nada, tal como se veía en Friends; unos mueren, otros vuelven, cambian de cara, pero la gente las sigue viendo y ya es una tradición tan americana como las barbacoas. Hay llanto, asesinatos terribles, cambios de guaguas al nacer, ciegos, amores imposibles, infidelidades y dramas sin fin, que han entretenido a generaciones de gringos buenos para ver tele.