Ya les conté hace un tiempo que el jueves fue el tan esperado streaming del concierto de Arcade Fire en Nueva York, presentando su nuevo disco "The Suburbs" -mi nuevo disco favorito del 2010- un trabajo cargado de nostalgia que tuvimos la oportunidad de escuchar en vivo y la verdad fue toda una experiencia. Hasta las luces eran perfectas, Arcade Fire para mí era exactamente de ese color, una mezcla de neón entre verdes y cafés medios anaranjados, llenando todos los espacios con la potencia que los caracteriza. Abriendo con la power “Ready To Start”, siguiendo con “Laika”, “No Cars Go” -hechas para bailar- y cerrando con la maravillosa “Wake Up”.
Lo que más me gustó fue la espectacular Régina Chassagne -esposa de Win Butler, de quien definitivamente les hablaré pronto- cantando esas canciones que he adorado por años y todas las nuevas que ya me sé de memoria. La emoción de imaginar que los tenía tan cerca fue explosiva. Sentía que Regina era la mejor rockstar del mundo y que me podría morir feliz después de ver ese increíble espectáculo en vivo alguna vez. Si hasta David Bowie los ama, cómo no amarlos nosotros.