(vía The Vine)
Siempre es una tontera tener que cambiar varios datos del perfil de Facebook, de esos que generan polémica, como el estado civil, y da una lata tremenda. Es que cuando se tienen casi noventa amigos en común con tu ex polola, no tienes escapatoria; si eliminas todos los datos parece sospechoso, y si sólo cambias tu estado de relación empieza el efecto cascada.
Por eso, no me gusta Facebook y prefiero Twitter; demasiada información disponible para el circo cibernético, y poco contenido que realmente sirve. Todos sienten que por ser amigos de Facebook tienen derecho a pedir una explicación, o al menos a saber qué pasó. En otros tiempos, tú podías pasar meses soltero hasta que coincidías con tu ex en un carrete y recién entonces la gente se daba cuenta que no estaban juntos. Ahora eso está viciado, y se generan situaciones absurdas como ésta.
No sólo las mujeres empiezan a salirse de Facebook por razones así. Los hombres también llegamos a un punto en que, con todo lo exhibicionistas que somos, preferimos dejar algunas cosas en el secreto de confesión. Recuerdo a dos amigos que siempre peleaban y mostraban por Facebook que terminaban, luego volvían y el estado civil cambiaba tan rápido que llegó un punto en que todos dejamos de creerles. De una forma u otra, algo que rara vez es para celebrarlo, de pronto lo sabe hasta ese compañero de curso de la básica cuyo nombre ni recuerdas.
Pienso también en cerrar mi Facebook por un tiempo, hasta que se calme un poco el ruido, como han hecho tantas mujeres. ¿Les ha pasado algo parecido?