Heidi Montag admitió que su obsesión por las cirugías plásticas mató su matrimonio con Spencer Pratt. Con sólo 23 años y mucho dinero en su cuenta bancaria gracias a sus apariciones en televisión, sesiones de fotos y negocios varios, ha despilfarrado gran parte de su fortuna en modificar su cuerpo.
Desde el año 2008 se ha puesto silicona para agrandar la talla de su sostén, redujo su mentón y se hizo de nuevo la nariz. En el 2005 cuando la cadena norteamericana MTV transmitía “Laguna Beach”, ella era una persona linda, no tenía imperfecciones, pero cuando conoció a Spencer Pratt en “The Hills” (este domingo 29 comienza la sexta y última temporada a las 22:30 hrs), Heidi comenzó con su locura.
Su cirujano plástico, el Dr. Frank Ryan murió en un accidente de auto muy extraño. Un mes después se divorció del señor Pratt y ahora Heidi ha llegado a la honestidad extrema en la que confiesa que se siente infeliz con las cirugías plásticas y que éstas arruinaron su matrimonio.
Alguno de los episodios a los que tuvo que someter a su ahora ex marido, era que cada vez que ella tenía que ir al baño después de haber sido intervenida quirúrgicamente, él le tenía que bajar los pantalones y los calzones para hacer cualquiera de los números.
La blonda platinada confiesa que está desesperada porque su pecho vuelva a la normalidad y quiere achicárselas. Su obsesión es tener una figura perfecta pero le es imposible ejercitar con unos implantes tan grandes. Esta situación le parte el corazón al no poder tener una vida normal y confiesa: “Me siento atrapada en mi propio cuerpo”.
Ya saben chicas, si quieren hacerse una cirugía plástica mejor piénsenlo dos veces y gástense la plata en viajes.