Ayer, una chica me pidió que le recomendara bandas de rock y pop que tuvieran fuerte presencia femenina, y cuando me dispuse a responder, una serie de nombres y de artistas de toda clase vino a mi mente, siendo incapaz en ese instante de escoger algunas. Y es que todos los grupos que uno escucha para llegar a formar el gusto musical personal tienen igual espacio en el corazón de un melómano.
Sin embargo, tras darle una vuelta al tema antes de dormir, logré definir cuáles son mis bandas favoritas lideradas por mujeres. Ya sea porque cantan como nadie, o porque dejan el corazón en el escenario, sería imposible para mí entender la música de estos tiempos sin su arrolladora presencia. Por supuesto que ustedes podrán diferir, pero en cosa de gustos... ya saben.
Elastica: Justine Frischmann formó parte de Suede hasta que quiso hacer algo propio, llamó al también ex Suede Justin Welch y en poco tiempo ya tenían armado el esqueleto de Elastica, su primer álbum que lanzaron en 1996 y se convirtió en el disco debutante más vendido de la época. Frischmann desplegaba energía incalculable en los conciertos, y fue musa inspiradora tanto de Brett Anderson (vocalista de Suede) como de Damon Albarn (líder de Blur), las máximas cabezas del britpop de los 90s. De hecho, Tender, una de las canciones más bellas de Blur, fue dedicada a ella, quien al comenzar la siguiente década se aburrió de la música, estudió psicología y se hizo un nombre como pintora de obras abstractas.
Yeah Yeah Yeahs: Si bien toda la banda destaca por su sentido de los espacios y el ritmo, es Karen O, su líder emblemática, la que cautiva toda mi atención. Tiene un sentido de la moda espectacular (la viste su amigo diseñador Christian Joy) y luce tan bien que numerosas revistas de música la escogieron como la rockera más sexy entre 2004 y este año. Y para qué decir su desenfadada actitud arriba del escenario, que recuerda a los mejores años de Siouxsie.
Veruca Salt: Pese a que eran un número más que secundario durante los años 90, las voces celestiales de Nina Gordon y Louise Post -que además se veían demasiado bellas para la desgarbada escena alternativa de Chicago- y su actitud de ignorancia del sentido común en cada concierto me convirtieron en un fan incondicional. Aún hoy, la banda sigue presentándose, a menor escala, pero con Gordon y Post tocando como nunca.
Portishead: Pocas mujeres pueden verse tan atractivas y misteriosas como Beth Gibbons con un cigarrillo en una mano y el micrófono en la otra, mientras eleva su voz muchísimas octavas para acompañar los ritmos desgarradores de Portishead. Ella lleva el nivel de la música contemporánea a otros peldaños, simplemente con pararse en el escenario y gritar "All mine".
ABBA: Mi placer culpable desde la infancia, sus videos me ponían de buen ánimo para ir al colegio y, todavía, para venir a trabajar. Hay poco que no se haya dicho de lo increíbles que Agnetha Fältskog y Anni-Frid Lyngstad lucían en cada presentación, y del impacto que produjeron en la cultura popular durante décadas.
Blondie: Para mí, Deborah Harry es la imagen suprema de la sensualidad. Hasta la novia de Chucky quería lucir como ella. Incluso en estos tiempos, en que los años se le notan, hace suyo el escenario y el micrófono como pocas vocalistas han logrado en la historia. Te transporta a través del tiempo, y te mira a los ojos para dejarte helado con sus coquetos gritos de rock.