La muerte siempre es un tema triste. El sólo hecho de pensar en la muerte de las personas que amo me pone la piel de gallina, no quiero que eso suceda y prefiero creer que todos estaremos juntos siempre.
Pero como a una le gusta pensar tonteras y cada cierto tiempo se me vienen ideas medias escabrosas a la cabeza, me pongo a pensar en como moriré. Recuerdo que en la película Big Fish de Tim Burton, había una bruja que en su ojo de vidrio reflejaba la forma en como morirían los valientes que se atrevieran a ir a su casa embrujada. El saber cómo vamos a morir le quita todo el misterio a la vida. Si realmente uno pudiese enterarse, tal vez provocaría la locura por evitar ese momento. Me intriga profundamente saber como será y lo único que tengo claro es como NO quiero morir.
No me gustaría morir atragantada con un trozo de carne, por ejemplo. Creo que es una de las maneras menos glamurosas de morir. Me imagino lo que dirían … “la Naty estaba comiendo y de repente se empezó a poner morada … fue terrible” De todas formas, esto ya lo tengo resuelto; les he dicho a mis amigos y familia que si esto me llegara a pasar lo oculten y que éste sea un tema que jamás vuelvan a tocar, aunque cuando se los conté no me pescaron mucho. Igual los entiendo, nada que ver aplicar el término glamuroso en algo tan heavy como la muerte, y por otro lado, tal vez les dio lata mi comentario y pensaron que soy frívola. Filo, me da lo mismo, esa idea se me pegó en la cabeza y espero no morir así ¡y san se acabó!