Una vez que el dolor y las lágrimas hayan pasado podemos sacar muy buenas conclusiones de volver a la soltería.
Les dejo algunas de las resoluciones que han llegado a mi cabeza en estos últimos meses de estar sola:
-Las únicas obligaciones de asistir a eventos sociales o a celebraciones familiares son las mías.
-La posibilidad de que vaya caminando por la calle y me tope con mi hombre ideal a la vuelta de la esquina son altas y excitantes.
-A la hora de ver televisión no tengo que llegar a un consenso por quién tiene el control remoto esa noche.
-Estar en forma es mucho más fácil porque al no tener un compañero para comer no me tiento tan fácilmente con pizzas y comida chatarra.
-A la hora de acostarme puedo concebir el sueño más rápidamente porque no hay nadie roncando al lado.
-Si quisiera irme a vivir a otra ciudad o país, emprender la aventura es mucho más fácil cuando tengo que pensar solamente en mí.
-Las noches de carrete con mis amigas son el panorama más atractivo. Puedo salir todas las veces que quiera sin que nadie me reclame.
-Puedo usar la ropa interior que se me antoje sin preocuparme de que alguien más la verá.
-Para las navidades la lista de regalos disminuye enormemente.
¡A disfrutar se ha dicho!
(foto vía mauitimeweekly)