Creo que a todas nos ha tocado alguna vez, que nuestros novios sean unos verdaderos niños chicos: inmaduros e infantiles, un tanto egocéntricos, con alto grado de necesidad afectiva, poca resistencia a la frustración y dificultad para aceptar relaciones de igualdad con el sexo contrario.
Según un artículo en el sitio español ABC.es, existen por lo menos unos 4 tipos de Peter Pan con los que alguna vez las mujeres nos emparejamos.
Está el seductor (que sólo quiere gustar, es agraciado y le complacen las conquistas, no así satisfacer a las mujeres); el narcisista (que tiene un físico admirable y se preocupa por dar placer a su pareja); el intelectual (que está satisfecho con él mismo, pero no así con su cuerpo); el servicial (tiene miedo a ser abandonado, así que aprovecha todas sus posibilidades en el ámbito sexual y se esfuerza al máximo por dejar satisfecha a su pareja).
Creo que entre estos cuatro, el peor es aquel de tipo seductor, donde todas caemos rendidas en un principio, pero con el paso de los días (sólo bastan unos pocos) para darse cuenta que es un individuo ególatra que sólo busca conquistas fáciles, es medio mimando y hasta un poco mentirosillo.
Y a ti ¿Te ha tocado alguno de estos Peter Pan?
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