Lo reconozco, las comedias románticas son mi debilidad. Pero no las clásicas en las que los protagonistas se miran, se enamoran y luego, inexplicablemente y sin conocerse, viven felices eternamente. A mí me gustan las difíciles, las que parecen reales.
Así que ésta es una película a la que le tengo fe. Primero, porque es escrita y dirigida por el gran James L. Brooks (Mejor Imposible). Un tipo que se especializa en ese tipo de comedias no-hollywoodenses en las que es fácil pasar de la carcajada a la emoción (sí, suena asquerosamente cliché, pero no lo es). Segundo, porque los protagonistas son un grupo de puros actores que me gustan: Jack Nicholson, Paul Rudd, Reese Witherspoon y Owen Wilson. Qué mejor.
En la historia, Witherspoon es Lisa Jorgenson, una jugadora de softball que no tiene muy claro lo que quiere hacer con su vida, que se ve envuelta en un triángulo amoroso con Manny (Wilson), un mujeriego jugador de baseball, y George (Rudd), un ejecutivo con una empresa en problemas. Mientras que Nicholson, ésta vez como secundario, será el odioso padre de George.
El estreno está programado para el 17 de diciembre. Por mientras les dejo el trailer.