Una fascinante nueva información sobre la ciencia del amor se descubrió. Aparentemente, la sensación de enamorarse es similar a la “euforia” que se siente al jalar cocaína. De acuerdo a un estudio de la Universidad de Siracusa, cuando una persona “se enamora”, 12 partes del cerebro trabajan juntas para liberar cantidades locas de dopamina, oxitocina, adrenalina y presión del bazo, que supuestamente ocurre cuando alguien consume mucha cocaína.
Entonces según esta información ¿se supone que el cerebro se enamora, no el corazón? No completamente.
El corazón también está relacionado porque el complejo concepto del amor está formado por procesos que van desde el cerebro al corazón y viceversa. Por ejemplo, la activación de algunas partes del cerebro pueden generar estimulaciones al corazón y mariposas en la guata. Y también algunos síntomas que a veces sentimos como manifestación del corazón, vienen desde el cerebro.
Teniendo un entendimiento científico del amor, puede ser fácil para los siquiatras ayudar a los pacientes que sufren de depresión cuando éste no resulta.
En todo caso la difusión de esta información podría convertir a tontos ávidos de enamorarse en cocainómanos, pero todos sabemos que eso es muy nocivo para la salud así que mejor a enamorarse.
(foto vía WolfS♡ul)