Dinero plástico

Tengo una tarjeta de crédito que no ocupo nunca y que me dieron cuando abrí cuenta en un banco. Mi anterior experiencia con el dinero plástico me dejó un poco asustada. Todavía estaba en la universidad y como casi todos, caí en la estupidez de tener crédito en una casa comercial de las grandes cuando aún ni siquiera tenía un trabajo estable. Por ese tiempo hacía pegas freelance que me pagaban bien para ser estudiante, pero como no era algo constante de todos los meses, me decidí a decirle que sí a la amable señora que me ofrecía una tarjeta en la puerta de mi facultad. Me compré puras tonteras. Nada que necesitara urgentemente. Regalos para mi novio y los amigos de cumpleaños, cosas para mi. Con una amiga nos ibamos a la playa y llenabamos el estanque de su auto con mi tarjeta. La pagaba atrasada, pero la pagaba. Pero llegó un momento en que la plata no me alcanzó. Las pegas freelance no pagaban tan bien como antes y se me acumularon las deudas. Me empezaron a llegar cartas, que escondía en un cajón. Después me empezaron a llamar por teléfono los sábados en la mañana, pidiéndome que pagara. Pagaba un poco y me olvidaba. Cuando me llegó un aviso que decía que si no pagaba, me iba a Dicom, me asusté. Era chica todavía y no quería pasar la lata de estar marcada por irresponsable. Hablé con mis viejos, que por suerte me ayudaron, pero tuve que devolverles cada peso que me prestaron. Era lo justo.

De ahí nunca más. Menos mal, mi historia no es nada comparada con lo que han vivido otras personas, que llegaron a Dicom, perdieron oportunidades de pega, tuvieron que pagar mucha plata de una sin siquiera tener un trabajo o están ahogados en deudas y sólo trabajan para pagar. No satanizo las tarjetas de crédito ni nada, pero creo que hay que ser ultra responsable para tener una y fijarse muy bien en los intereses y esas cosas que a veces uno pasa por alto con tal de poder comprar.

Mis amigas me dicen que soy huasa, pero prefiero mil veces que si quiero algo, comprarlo al contado y si es posible, en una sola cuota. Desde que tengo un trabajo estable me he tenido que poner responsable con el tema de la plata y averiguar todo. No queda otra.

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