Por Javiera Oyarzún
Entre carreras de aquí para allá envolviendo regalos para la humanidad, me tomé un minuto de descanso, un café y una galleta de miel. Sin duda diciembre es vertiginoso. El ajetreo por las compras y los quehaceres de fin de año parecen absorbernos sin piedad, por eso es bueno hacer un alto y darnos un minuto para saborear ese rico café junto a esa deliciosa galleta.
Entre esos sabores recordé mi regalo favorito, una radiocassette Phillips, bastante sencilla, pero lo suficientemente increíble como para dormir abrazada a ella. Ese regalo fue mi pasaporte a la adolescencia, me sentía “lola”, escuchaba una y otra vez las canciones de moda y forzaba mis historias de amor en latigudas canciones. De sólo recordarlo me emociono y me convenzo que estuvo bien parar unos minutos sentarme a tomar un cafecito.
¿Cuál ha sido tu regalo favorito? ¡Te invito a recordar!