Hay personas que lo único que piensan con el año nuevo es carretear y esperan ese día con mucha expectación. Yo, por el contrario, no lo espero con ansias, de hecho debo reconocer que me carga un poco.
El fin de año significa que un año completo de tu vida se fue, se esfumó y nacen las preguntas: ¿hiciste todo lo que te propusiste?, ¿eres feliz?, ¿te vas acercando a la persona que quieres ser?
Además de ese estrés mental hay que sumarle el evento por el que todos te preguntan ¿qué harás para año nuevo? Y si yo realmente no quiero hacer nada ¿es muy terrible?
No sé ustedes pero yo quiero que este final y nuevo comienzo sea tranquilo, rodeada de las personas que quiero y me quieren, y pensar en lo que deseo lograr este 2011.
Definitivamente el año que se va nos remeció a todos con el terremoto y nos recordó que la vida es frágil y que somos afortunados de vivirla, o en palabras de Alejandro Jodorowsky: “Cada segundo de vida es un regalo sublime”.
(foto vía Glen's Pics)