No sé si ya se enteraron de la polémica noticia por la demolición de la casa donde nació Ringo Starr. El Ayuntamiento decidió derribar varias casas para remodelar y renovar la zona. Los fanáticos de Liverpool crearon un movimiento para tratar de salvar el primer hogar de uno de los bateristas más famosos del mundo.
Tanto ha sido el caos que esto ha provocado que ahora el gobierno intentará salvar el inmueble porque las casas de John Lennon y Paul McCartney están intactas. Además el mítico paso de cebra y los estudios Abbey Road fueron declarados de interés turístico nacional.
Es por esto que todos los fanáticos quieren que la casa de su amado Ringo tenga la misma protección que la de los demás Beatles. Lo que me da un poco de risa, es que el baterista pasó sus primeros 3 meses de vida en ella antes de mudarse a otra calle cercana.
Les creo que la casa fuera un museo como el de Frida Kahlo o el de Pablo Neruda donde te puedes hacer una idea completa de cómo vivían quienes habitaron el lugar. Pero una casa a la que no puedes entrar y no tiene las cosas del amado artista ¿para qué tiene que seguir en pie?
Una cosa es su vida pública como músico que gracias a los discos vivirá por siempre y todos seremos felices de escuchar una vez más “Taxman”; pero lo otro es la vida privada que a mi parecer en este caso no importa mucho.
¿Estaré mal yo?
(foto vía timberwolf123)