En verdad nunca me interesó mucho la tecnología hasta ahora. Desde el año pasado que trabajo en un lugar donde hay que estar a la vanguardia y saber qué pasa en el mundo techie. Pero, lo que de verdad me hizo cambiar de opinión, fue que me compré un iPhone.
Desde que este dispositivo móvil llegó a mis manos no hay ninguna red social que se me escape. Y no es que esté todo el día twitteando o subiendo fotos, pero estoy pendiente de lo que pasa 24/7. Además, ahora entiendo cosas que hasta hace un par de meses encontraba de “ñoños”.
Me siento full conectada y no hay aplicación que se me escape. Lo mejor, es que cada vez le sacó más provecho a mi nuevo celular y lo uso prácticamente todo el día.
Lo único malo de meterse al mundillo Mac es que, no sabes cómo, te vuelves adicta a los productos y de cierta forma, los "necesitas". Menos mal - en todo caso- que no he invertido en más artefactos, aunque me encantaría tenerlos todos.
¿Será porque ahora estoy siempre conectada o de verdad tengo corazón de geek?