Creo que una de las cosas que más me ha costado superar es el miedo al volante. Dicen que es cosa de costumbre, pero en mi caso, como vivo casi afuera de Santiago, debo tomar la carretera llena de esos monstruosos camiones para llegar todos los días a mi trabajo.
Que tiran el vehículo encima, te acorralan, que se cruza un auto y otro sin avisar y compitiendo por un lugar, realmente me estresa.
Lo peor de todo es que no soy la única, conozco muchas mujeres que le pasa lo mismo, ahora no sé cosa de minas o es coincidencia, pero así como hay temerosas, también tengo algunas amigas que son excelentes al momento de conducir. Tanto así que no pelean en las calles, los vehículos le dan la pasada, ellas a ellos, y lo mejor de todo, transmiten una tranquilidad increíble.
En fin, puede que esos nervios sean porque realmente no he manejado lo suficiente como para tomarme las cosas con normalidad. Y a ti ¿Te pasa lo mismo?