Se han fijado que cuando uno llega a cierta edad en la vida – y sigue soltera- empieza a preguntarse “y…¿dónde está?”.
Ya pasé la barrera de los 25 (hace rato ya la verdad) y me estoy acercando a pasos agigantados a los 30; porque es increíble lo rápido que pasa el tiempo. Estoy soltera y la verdad es que no me molesta; lo paso bien, bastante bien diría yo. Estoy aprovechando de ser un poco “fresca”.
Cuando era chica juraba que a los 30 años iba a estar casada hace tiempo; y quizás con un par de hijos. Porque claro, tenía la imagen de mi mamá, que se casó a los 25 y tuvo sus dos primeras hijas antes de los 29. Así se estilaba en esa época al parecer. Ahora en todo caso, las cosas no son tan diferentes; harta gente se está casando o comprometiendo a sus veintitantos; más de la que yo imaginaría.
La cosa es que me estoy empezando a asustar; y no porque me vaya a quedar sola for ever. Mi miedo es que los hombres buenos, preocupados, románticos, fieles, sin trancas estén siendo acaparados por otras chiquillas. Entonces, qué especímenes van a quedar cuando yo quiera una relación seria. Puros hombres feos, sin gracia, con problemas psicológicos, los que el resto de las mujeres desechó. ¿Dónde estará el hombre perfecto para mí?