Según Wikipedia un secreto es la práctica de compartir información entre un grupo de personas, en la que se esconde información a otras que no están en el grupo. A menudo es fuente de controversia; muchas personas reclaman, al menos en algunas situaciones, que es mejor hacer pública una información dada y que ésta sea conocida por todo el mundo.
En mi caso, cuando recién me entero de un secreto siento una mezcla entre la importancia de tener en mi poder información privilegiada y las ganas de compartirlo con alguien más. Pero una vez superados los primeros y cruciales minutos, la sensación de “novedad” se me pasa y a veces hasta llego a olvidarlo convirtiéndome en una mini alcancía de secretos ambulante.
Claro que no todas manejamos el tema de la misma manera, están las que le cuentan secretos a cualquiera, las más reservadas que prefieren contarle sólo a los más cercanos y las que simplemente se lo llevan a la tumba. Pero también a la lista hay que sumar una nueva forma de compartir información… y es a través de internet.
El “fenómeno” de compartir secretos públicamente con desconocidos, parece ser una fórmula que funciona bastante bien ya que los sitios dedicados al cotilleo se han expandido por el mundo y crecido con el tiempo. Si los buscas los vas a encontrar por montones, en diferentes idiomas y plataformas, con secretos que van desde lo más ñoño y superficial hasta un culebrón colombiano. Me da la sensación de que estos sitios deben servir de confesionario virtual a aquellos cuyo secreto es demasiado vergonzoso o bien inconfesable en la vida real, sino ¿para qué hacerlo?