"Tengo 14 años y sólo me importa tener las revistas de moda, los CD de las estrellas pop del momento y subirme la basta del jumper". Sí, la adolescencia es terrible, lo único bueno es que se acaba.
Dentro de mi afición por las revistas de moda -como Miss 17 y Tevenovelas-, mi favorita era Tú, por la simple razón de que traía una sección que se llamaba “Trágame Tierra”. Básicamente, era un compilado de las “planchas” o momentos más bochornosos en la breve vida de una quinceañera.
Se narraba todo tipo de historias, desde una chica que se puso papel en el top del traje de baño para aparentar más busto (y cuando se metió a la piscina todo salió a flote), hasta una chica que se manchó el entrepierna con sangre mientras estaba en su período. Y otras peores, que incluían vómito, desnudos y al chico de sus sueños riéndose en sus caras. Un compilado de traumas adolescentes que no merece la pena discutir si eran verdaderos o no.
La cosa es que yo soñaba con enviar mi propio testimonio y verme publicada en las rosas páginas de la revista. Afortunadamente, nunca lo hice y hoy mis momentos más vergonzosos están incólumes en mis recuerdos. Salvo la experiencia de la mona que les conté ayer. Porque todas tenemos un evento bochornoso que quisiéramos borrar de la historia. Y díganme mentirosa si no es cierto.
No importa si se publicaba o no en papel couché, en el fondo, escribirlo o sólo contarlo era una catársis para sobrevivir a ese peor momento, uno que, a los 14 años, implicaba casi una condena eterna. Menos mal, uno crece y puede aprender a reírse de las malas jugadas de la suerte. Vamos, chicas, sincérense y cuéntennos un momento Trágame Tierra, después yo les cuento uno mío.