La mayoría de gente piensa que el peor sitio para vivir en un lugar tan caótico como Santiago es el centro de la ciudad. Bueno, pues ¡ahí vivo yo! Y quiero decirles que ¡amo mi barrio! Sí, a diferencia de lo que la mayoría de gente piensa, yo creo que vivir en el centro de la ciudad tiene muchas más ventajas que desventajas. Cuando vives en el centro nada está demasiado lejos. Si tienes alguno de esos aburridos trámites como ir a un banco, pagar una cuenta o hacer una queja en alguna empresa de Cable o internet, puedes hacerlo sin necesidad de tomar tu auto o una engorrosa micro que te quitará media hora más de tu tiempo. Al contrario, a estos lugares yo voy caminando, con buena música en mi ipod y divirtiéndome con todas las situaciones que se ven en el centro de la ciudad: gente caminando, muchos perros tomando una siesta y personas vendiendo montones de cosas.
Si lo que quieres es tener una tranquila noche con tus amigas, adelantar chismes y reírte un rato, tienes el barrio Lastarria con un sinfín de sitios perfectos para tomar cerveza, un coctel o un café. Si es el caso, la noche puede terminar en fiesta y para eso el Barrio Brasil o Bellavista estarán siempre con los brazos abiertos esperándote para una gran noche de acción.
Para sábados y domingos tienen un montón de planes entretenidos, desde hacer un picnic en el Parque Forestal, hasta ir a la biblioteca de Santiago, al Centro Cultural Gabriela Mistral, al teatro, al Cine Arte Alameda, en fin. Tengo que decirle que yo ¡amo mi barrio! Y no quisiera vivir en otro lugar.