Ni sueñen en decirme: “Eres más bella que una rosa” o “lo daría todo por ti”, porque probablemente le "pegue" al hombre que me lo diga… No es que no lo sea, o merezca, y lo digo humildemente. El tema es que, no vamos a creer en esas frases armadas por los “machos” ¡Por Favor!
Alguien sincero no necesita armar lindas frases, sólo basta –tal vez- con una mirada, o un gesto. La mentira se siente de aquí a lo lejos.
No intentes mentirme, te descubriré. No intentes “venderme la pomá” no caeré, a lo más reiré. Todo esto puede sonar muy a la defensiva, pero si no nos protegemos nosotras, ¿quién?
Sin duda, hay que dejarse querer, y también entregar. El amor es lindo, pero con los ojos abiertos. El que los cierra, pierde.