Me atrevo a decir que toda persona en un momento de su vida ha deseado retroceder o congelar el tiempo. Olvidar los errores y mantener los momentos.
En las películas se juega bastante con esto. De hecho hay varias que lo detallan. Hoy quiero referirme a una en particular, The Times Traveler’s Wife o Te amaré por siempre. Esta película producida por Brad Pitt, detalla la vida de un hombre que presenta un desorden genético por el cual puede viajar en el tiempo. Gran deseo de muchos.
Henry De Tamble (Eric Bana), viajero del tiempo de forma aleatoria, conoce a Clare (Rachel McAdams) cuando ella tiene 6 años de edad. Al crecer, se reencuentran en una librería y ella al reconocerlo, de inmediato le pide que salgan. Henry, sin entender mucho la reacción de la joven accede y tienen una conversación en la que ella le confiesa que toda su vida ha estado enamorada de él, pues la ha visitado desde pequeña.
Esta película muestra las dos caras del tiempo, el desear controlarlo y el vivir sin saber lo que pasará mañana. En este caso, Henry tras decidir tener una relación con Clare, espera no volver a tener estos viajes que lo hacen separarse de su amada; pero también lo llevan a entender que hay cosas que pasan sin importar lo que hagas para evitarlo, como la muerte por ejemplo.
Obviamente el trasfondo es mayor y queda a percepción de cada uno. Las cosas hay que disfrutarlas y darse el tiempo para conocerlas y así aprender a valorar.
De repente no es malo arriesgarse, si sientes que eso puede llevarte a conseguir la felicidad. No hacer nada y dejar todo tal como está, no es la idea de la vida.
Acá les dejo el tráiler de la película…