Es uno de los placeres más grandes a la hora de flojear, por lo menos para mí. Porque no hay mejor panorama que llegar a la casa, sacar algo para picotear y acostarse a ver tele, especialmente ahora en invierno. Es ideal para ponerse al día con las series y programas que vemos, en especial con las que nos generan un poco de adicción. Incluso el zapping se vuelve algo entretenido cuando estamos dispuestas a no hacer absolutamente nada.
Hay personas que prefieren ver todo por internet, leer una revista o pintarse las uñas. Pero no, para mí el lugar número uno del descanso máximo, es la tele. Lo mejor de ella es que tienes cientos de opciones, y la puedes ver sola o acompañada. A veces no hay nada mejor que mirar una película con el pololo o un pinche. También, está la junta de chicas con las amigas, que generalmente va con harta conversa entre medio. Pero igualmente, esos días que no quieres hacer nada y no hablar con absolutamente nadie, está ahí, esa pantalla que no te pide nada más que simplemente la veas.
Y esta suerte de adoración por la tele al parecer no solo me pasa a mí, sino que también a mucho de los chilenos. Como lo reveló un estudio del Consejo Latinoamericano de Publicidad en Multicanales, Chile es el tercer país que más ve televisión por pago de todos los latinoamericanos. Esto significa que un 60% de la población nacional está dispuesta a pagar por canales extranjeros e independientes. En el primer lugar está Colombia y luego le sigue Argentina.
Supongo que esto también evidencia algo de los gustos que tenemos a la hora de ver tele. Es que el tv cable tiene muchas más opciones de canales y de temas, lo que lo hace más entretenido y enganchador. Sin desmerecer el producto nacional, los programas extranjeros, especialmente las películas, pueden ser mucho más entretenidas. Aunque sí hay que decir que algunas series y teleseries chilenas no se quedan atrás.
Independiente de los gustos, no podemos negar que la tele cumple una función bastante importante en nuestras vidas. Quizás solo es para satisfacer nuestro ocio y no es algo vital, pero sí tenemos que aceptar que nos puede entretener y relajar. Por muchos que la gente la critique yo pienso que tiene su lado bueno, y que es casi imposible desprenderse de ella. ¿O no les ha pasado que cuando tienen una semana muy ajetreada lo único que quieren es sentarse a ver tele y no hacer nada más? Que tire la primera piedra el que esté libre de pecados.
Y tú, ¿eres adicta a la tele?