Vivo sola, no tengo muchos talentos culinarios, nunca tengo tiempo y si tengo no quiero dedicárselo a la cocina. Eso es tajante. Sin embargo, tampoco quiero comer afuera todos los días. Primero por plata. No hay bolsillo que aguante almorzar en restoranes diariamente y, segundo, porque aunque hubiera, no hay como la comida casera. Generalmente el único rato en el que puedo prepararme algo es en la noche y, francamente, a esa hora solo quiero juntarme con alguien y hacer algo entretenido o echarme en mi cama, descansar, ver series y no pensar en nada. Por lo tanto, cualquier ayudita es buena, sobre todo si eso significa estar un minuto menos en la cocina.
Según mi experiencia, estos son los consejos que me han dado resultado:
1. Tener utensilios o instrumentos que te permitan cortar cosas fácilmente-: rayador, pela papas y un "Nicer Dicer", esa cosita que venden por teléfono o en tiendas (que a mi me regaló mi abuela) y sirve para picar cualquier cosa en dos segundos, es maravillosa. (O cualquier herramienta similar).
2. Tomar correctamente el cuchillo.
3. Hacerte la vida fácil con pequeñas cosas como rebanar la cebolla antes para que los cuadritos te salgan más fácil. Lo mismo con la palta. La corto por la mitad y “dibujo” los cuadros antes de sacarla de la cáscara con la cuchara. Como en la foto principal del post. No sé si me explico bien.
4. Organiza tu cocina para tener lo más importante a mano. Aceites, sal, ajo, aliños y todo lo que uses comúnmente, en un solo lugar. Lo mismo con tus utensilios como la cuchara de palo, el batidor, el cuchillo cocinero regalón, la espátula, etc.
5. Siempre mantén un espacio amplio de la cocina limpio y listo para ponerte manos a la obra. Entrar a la cocina ordenando y lavando quita todas las ganas y el cariño que pensabas ponerle a tu comida.
6. Cada vez que puedas hacer algo para congelar, hazlo. Guarda salsa de tomates, aderezo para ensaladas, sopa, hummus o lo que quieras en frascos de vidrio en el freezer. Siempre es más rápido hacer harto una vez que varias veces un poquito. Qué sabia, me pasé.
7. Aunque suene fome, deja lavado y limpio a penas termines. De esa manera cada vez que entres a la cocina todo estará listo para ponerte manos a la obra y salir corriendo de ahí lo antes posible.