Quiero tener un sombrero de paño

Los sombreros son, por lejos, los accesorios más difíciles de llevar y combinar. Pero como cualquier gran desafío, éste puede tener enormes recompensas, que es lo que sucede cuando encontramos ese sombrero que queda perfecto con la forma de nuestro rostro, nuestra altura (sí, eso también importa), y nuestro estilo, y que además logra darle un up-grade a cualquiera de nuestros atuendos.

Es por eso que esta temporada me animé, y empecé a buscar ese sombrero perfecto, que además de protegerme del frío, pueda agregarle ese “no sé qué” a mi ropa, y creo que ya lo encontré: quiero tener un sombrero de paño.

Porque es sólo cosa de buscar un poco en la web para darse cuenta de que el sombrero de paño se ha convertido en un gran protagonista de este invierno, tanto en las pasarelas como en las calles de París, Nueva York o Londres, donde el mal tiempo es cosa seria. Para asumir la tendencia, entonces, es esencial escoger los sombreros de ala ancha, que a diferencia de las boinas de paño, son ideales contra la lluvia y la molesta llovizna.

¿Nunca has usado un sombrero antes? No te preocupes; como en cada tendencia, lo importante es atreverse, y lograr adaptar la moda a tu propio estilo, siempre recordando que los sombreros son en sí accesorios llamativos, por lo que la recomendación es equilibrar o reducir el uso de otros accesorios, y así comenzar a armar un look que se ajuste lo más posible a tu personalidad.

Si ya te animaste a usar sombreros de invierno, te gustará saber que marcas como Mango, Marittimo y Alaniz, todas disponibles en grandes tiendas, también han apostado por esta tendencia, con lindos modelos de paño, especialmente de ala ancha. Pero si de encontrar nuestro sombrero soñado se trata, un punto obligado es la clásica tienda Donde golpea el monito, la tradicional sombrerería santiaguina, especializada en fabricar los más diversos modelos de sombreros, y donde puedes pasar horas buscando entre todas las opciones que tienen para ofrecer.

Este invierno, entonces, no hay excusas para no estar tan lindas como abrigadas. ¿Se atreven ustedes a llevar esta tendencia?