“Simplemente un mito creado por las sociedades". Así catalogaron unos científicos británicos a la famosa “intuición femenina”. Y es que los hombres no serían menos intuitivos que las mujeres, según un estudio realizado con 15.000 personas.
Quienes participaron del experimento miraron fotos con sonrisas genuinas y fingidas, debiendo adivinar cuáles eran reales. Antes de comenzar, les preguntaron a todos los voluntarios qué nivel de intuición creían tener. Cerca del 80% de las mujeres dijeron ser “muy intuitivas”, en comparación con el 58% de los hombres que dijo tener un grado alto de intuición.
¿Y qué pasó a la hora de adivinar si las sonrisas eran reales o falsas? No se encontraron diferencias significativas entre ambos sexos, incluso los hombres lograron más aciertos con un 72% de ellos acertando con las sonrisas verdaderas y las fingidas. En tanto, un 71% de las mujeres logró respuestas correctas.
A la hora de referirse a las sonrisas del sexo opuesto, los hombres adivinaron el 76% de las sonrisas femeninas fingidas, mientras las mujeres solamente descubrieron el 67% de las masculinas que eran falsas.
"Algunas investigaciones anteriores habían demostrado evidencia sobre la existencia de la intuición femenina, pero tal vez con el tiempo y el cambio de hábitos de la sociedad, los hombres se han sentido más cerca de su costado intuitivo", dijo el psicólogo Richard Wiseman, quien lideró la investigación.
Y que se haya trabajado con las sonrisas no son un asunto menor. Las verdaderas incluyen músculos que se encuentran cerca de nuestros ojos y que producen “patas de gallo”, alrededor de las sientes.
Una falsa, en cambio, solamente implica movimientos de la boca. Incluso las guaguas, menores de 10 meses, sonríen de “forma falsa” a extraños, pero lo hacen de manera genuina cuando están al frente de sus mamás. Es tan único el acto de reírse, que es la única expresión facial que puede ser reconocida a una distancia de 90 metros.
Pero más allá de la sonrisa, el que los hombres hayan podido demostrar ser igual o incluso un poco más intuitivos que las mujeres, nos deja pensando. ¿Y es qué somos tan distintos? Pareciera que sí, tal como se señalaba en un antiguo best seller. Es cierto que existen grandes diferencias físicas, pero incluso estas nos han sorprendido y hemos visto a hombres modelando como mujeres y viceversa. Así, lo que nos separa no es más que una consecuencia de algunas pautas culturales que siempre vamos a poder desafiar y cambiar. Porque decir “los hombres son así y las mujeres asá”, es algo demasiado fome, simplista e injusto con nuestra compleja humanidad.