Hay un punto en nuestra vida donde la soltería llega de sopetón, con nuestro consentimiento o no. El asunto es que no siempre quedan todos los asuntos pendientes cerrados, o puede que siga existiendo atracción entre una pareja que termina, en los términos que sea.
Sin embargo, esto último es muy relevante en las consecuencias que pueda tener pegarse uno (o varios) “remember” con un ex: los términos en que quedan.
Si terminaron en buena onda, los remember siempre significarán una posibilidad alta o baja de volver, y hay que tener mucho cuidado con esto. Porque si uno de los 2 sigue enganchado, sí o sí se creará más expectativas de las que verdaderamente existen. Y ya sea en cualquiera de los 2 lados que te toque estar, se pasa mal: si eres tú la que no pretende volver y él sí, cargarás con la culpa de hacerle daño a alguien que quisiste mucho, y que puede que haya significado mucho mucho para ti. Y si eres tú la más enganchada, es muy probable que al recibir la negativa post-remember quedes sintiéndote usada y cual estropajo que se bota luego de ensuciarlo. Así que ojo, y ten claro el precio a pagar al tomar alguna decisión.
Y si el escenario es más o menos equitativo para ambos, es decir, que ambos están en la misma parada y no pretenden volver, entonces nada debería salir mal.
También está el caso de relaciones que terminaron de muy mala manera. En estos casos, la posibilidad del remember se vuelve en extremo peligrosa, con ribetes hasta venenosos. Esto, ya que el que haya salido más herido de la ruptura puede tanto querer vengarse como resultar trágicamente herido (a).
Ahora, tampoco es la idea demonizar los remember en todos los casos. Pensándolo de la forma más positiva posible, son una oportunidad para recordar viejos y buenos tiempos, con alguien que te acompañó y que, también en el mejor de los casos, te hizo muy feliz en algún punto de tu vida. Y que tú también hiciste muy feliz. Así que si crees que podrás sacar algo bueno de pegarse un deja vu con alguien de tu pasado, ¡no tengas miedo! Mientras tengas claro lo que quieres, nadie dice que sea un gran pecado ocupar tu tiempo en algo rico y agradable.
Como dice una de las grandes, Francisca Valenzuela en su tema Segunda Vuelta:
¿Y quién dice que no, quién dice que
no me puedo equivocar?
Malgastar el tiempo que me sobra, encontrar una maniobra que me de placer
Si todos hacen lo que les hace sentir bien…