Este ha sido lejos el mejor concierto del año. Por algo Bruce es “The Boss”. Al verlo el vivo no queda ninguna duda. Su mayor potencial está en sus shows, cuando los 13 músicos de la E Street Band despliegan toda su maestría, las canciones suenan 10 veces más potentes, nos levanta una ceja y su voz poderosa nos traspasa automáticamente toda esa energía contagiosa e inagotable que caracteriza cada una de sus presentaciones.
Éramos ocho mil almas rendidas -durante más de 3 horas y media de concierto y 29 canciones- frente un ídolo de esos que ya no hacen, entregado y agradecido. Se sorprendió de que nos supiéramos sus canciones y mojó la camiseta, literalmente. Cada vez que podía se iba para atrás y se estrujaba en el cuello una esponja amarilla gigante cargada de agua. Mino.
Todo lo que pueda decir sobre el espectáculo de Springsteen suena cliché, pero en este caso no existen otras palabras para describir lo que vi, fue un show increíblemente intenso y sólido, que solo es capaz de despachar un artista con su trayectoria.
El Jefe es tan bacán que mientras otros se quedan haciendo compilados de sus Grandes Éxitos, él sigue explorando el rock and roll, así quedó demostrado con Wrecking Ball, su último disco (2012), del que tuvimos la fortuna de escuchar canciones como “We Take Care Of Our Own”, “Wrecking Ball” o “Death to My Hometown”.
El concierto tuvo muchos peaks. Cuando bajaba del escenario y corría por el Movistar Arena y estuve a punto de tocarlo; cuando nos hablaba en español y decía que sentía que esta era una deuda pendiente; cuando se tiró de espalda al público y un grupo de suertudos pudo decir que sostuvo la espalda de Springsteen por un segundo; cuando los bronces de las E Street Band se alineaban adelante y hacían coreografía; cuando hizo que todo el recinto se agachara, mientras él se encogía de a poco y terminó tocando con toda la banda acostada en el suelo; cuando subió a 6 chiquillas al escenario a bailar con él y todas querían ser su Courtney Cox en “Dancing In The Dark”. Y, por supuesto, cuando cantó Manifiesto de Víctor Jara con un perfecto español y recordó los 40 años del Golpe Militar. Su catálogo de hits es tan amplio que incluso se dio el lujo de dejar fuera clásicos como "Hungry heart" o "Streets of Philadelphia". Así de grande es Bruce. No obstante, hizo un recorrido bastante equilibrado por casi todos sus discos (18 en total), pasando por "Born to Run", "Born in The U.S.A", "The River", "Atlantic City" y más. Hasta hizo un tremendo cover de Patti Smith, "Because The Night".
Bruce es EL verdadero rockstar, EL verdadero mino. Ese que le enseñó a los minos de hoy cómo ser minos, a moverse como minos, a bailar como minos, a mirar como minos. Así que cabros, aprendan, porque no hay otro. The Boss es The Master. Y si no pudieron ir no se preocupen, porque prometió que volverá y yo le creo. Le creo todo.