Por Pía Bustos. Empezar a salir con alguien es tremendamente complicado, a mi por lo menos me freakea un poco... en serio no puedo ser la única.
Aquí viene mi lista de cosas que me producen estrés y que me cuesta manejar, me toma tiempo y habitualmente termina saboteando las buenas intenciones de cualquier lolo de buen corazón:
No se recibir cumplidos: OK! yo se que todas quieren un tipo que les diga lo bellas que se ven pero yo en verdad no sé que hacer con eso. Cuando alguien me dice un piropo en vez de decir "gracias", como cualquier señorita adecuadamente educada, digo cosas como "¿en serio? jajaja te pasaste de mentiroso"... después caigo en cuenta que la estoy cagando y me corrijo y doy las gracias. No obstante, independiente de que no sé cómo reaccionar, no significa que no los aprecie.
Me perturba que me insistan: si se que cuando uno conoce a alguien en cualquier ámbito de la vida primero deben establecerse los límites y eso se hace tirando y soltando la cuerda, a ver donde finalmente estableces la raya para la suma. Sin embargo, encuentro ese proceso tan agotador, me carga decir que no dos veces, me siento presionada y eso me perturba.
Dormir con alguien: el que crea que esto es fácil es por que no cacha nada. A mi dormir acompañada me cuesta mucho, debo reconocer que he tenido parejas con las que NUNCA dormí cómodamente (yo ronco). No falta el que te quita las frazadas, se enrolla ellas y te da frío, o peor aún te abrazan por la espalda toda la noche y te mueres de calor, se te duerme el brazo y la verdad es que uno dormido se tira hasta "peos", por lo tanto, hay que tener confianza para tirarse peos con alguien, no es cosa de llegar y soltarlos, NO SEÑOR.
Aprender a compartir tus espacios: una tiene su rutina, y eso se altera con la llegada de un perrito, un gatito, una planta y más de un mino a tu vida. Ya sea que estés solo saliendo o en algo mas formal, hay que darle espacio a la gente, espacio en la vida de uno y dejar que sean parte de ella. Por ejemplo esas pequeñas cosas terribles como los pelos del cuerpo, qué hacer cuando están muy cortos para sacarlos pero muy largos para pasar piola. O la cara de culo con que una se levanta muchas veces en la mañana, por que la que diga que se levanta como miss mundo miente. En fin, miles de "peros" y detalles con los que me complico de más y me autosaboteo.
Finalmente, aunque me guste mucho alguien, lo termino espantando. Busco, busco y busco y siempre le encuentro las 7 patas al gato. El punto es que después de todo este rollo la clave está en pensar que solo tengo que estar con alguien si así estoy mejor que sola y si él me ayuda a sentirme un poquito mas feliz. La gracia está en atreverse no más y lanzarse con ánimo. Total más se perdió en la guerra.