Tengo la fortuna de vivir en un sector full residencial, es decir, sin ninguna avenida cerca ni su flujo de tráfico característico. Es gracias a esto que reina mucho el silencio la mayor parte del tiempo, lo cual agradezco enormemente, especialmente cuando quiero dormir plácidamente.
Sin embargo, como nada en esta vida puede ser perfecto, tengo un par de vecinos extremadamente ruidosos. El primero, que vive en la casa justo de al lado, es mecánico. Como comprenderán, se pasa la mayor parte del tiempo arreglando autos y demases, metiendo ruidos infernales con todo tipo de maquinaria estruendosa. Al menos es considerado, y no comienza a trabajar desde temprano, o hasta muy tarde. Pero de todas formas, es una lata cuando las maquinas suenan a todo dar, y trato de escuchar mi teleserie de la hora de almuerzo, Avenida Brasil, y hay que subir la televisión a todo volumen cosa de equiparar el ruido del vecino.
Otra vecina muy ruidosa, vive en unas casas nuevas que construyeron junto a mi pasaje. Ella es del tipo “cantante amateur”. Esta vecina ama poner la radio a todo volumen, y cantar a todo pulmón cada canción. No tengo nada contra disfrutar de la música, sólo tengo 2 problemas con ella:
- Pone siempre las mismas canciones, una y otra vez, cada día.
- Me gustaría decir que canta, pero la verdad es que grita, casi furiosamente.
Finalmente, hay que aceptar que los vecinos ruidosos son parte de la vida en comunidad. Sin embargo, a veces desearía que hubiera un poco más de respeto por el espacio de cada uno, ya que la tranquilidad es un bien tan importante y tan valorado en el ajetreo de la vida cotidiana en la ciudad. ¿No les parece?
Foto vía lesserevillife