Me encanta viajar con mi pololo: conocer juntos lugares nuevos, descubrir bosques encantados. Asombrarnos frente a la belleza de la vida y seleccionar nuestros destinos netamente por tincada. Así, hemos recorrido un sinfín de hermosos parajes; aunque siempre hay algunos que ameritan un retorno, especialmente si de “escapadas románticas” se trata.
Dentro de éstos, yo recomendaría calurosamente Puerto Montt. Su ubicación estratégica permite hospedar aquí, usándolo como “centro de operaciones” para tomar rumbo hacia otras bellísimas ciudades sureñas (Frutillar, Chiloé, Osorno, entre otras). Caminar por la costanera aún con lluvia es una delicia y comer un rico curanto en Angelmó resulta imperdible. Estando allá, pasar por Puerto Varas es un deber. Es una bellísima y romántica ciudad, en que las rosas decoran todas las esquinas. (Ojo, que está prohibido cortarlas, a excepción del 14 de febrero). El contraste entre las tranquilas aguas del lago Llanquihue con el marco verde de la flora austral es una verdadera obra de arte, ideal para contemplar en pareja. Tomar un tour hacia los Saltos del Petrohué también es una experiencia exquisita. Es posible realizar una navegación en el Lago de Todos los Santos, y adentrarse en zonas boscosas que dan al paseo un toque muy romántico.
Otro bello destino para recorrer en pareja es Lican Ray. Entre las playas grande y chica se sitúa un precioso bosque, tan tupido que si llueve apenas algunas gotas escurren entre los árboles, predominando un lindo tono verde que refresca la vista. Caminar por ahí aspirando el fresco aroma de las especies es una delicia. Y si es con el pololo o esposo mucho mejor. ¡Qué más agradable que disfrutar esa experiencia tomados de la mano!.
Imposible no mencionar también a la hermosa ciudad de Valdivia. Los ríos presentes en la ciudad aportan increíble romanticismo. La “obligada” navegación – sí, es un must – lleva hasta un puente bajo el cual, según la creencia popular, si los enamorados se besan ¡estarán juntos toda la vida!.
En la zona centro, nos gusta mucho la tranquilidad que ofrece Isla Negra. Es una playa preciosa. La poesía de Pablo Neruda está en el ambiente: en sus bosques de eucaliptos, la majestuosa puesta de sol que se puede observar desde la playa y en las orillas del Estero de Córdova. Es un lugar mágico. Ideal para una escapada romántica.
Yendo hacia el norte, nos encanta Coquimbo. Es una ciudad preciosa. En el puerto se realizan paseos en catamarán. A bordo, no es raro escuchar al guía hablar sobre pelícanos y pingüinos, aves fieles a su pareja hasta la muerte. También es recomendable una caminata por el hermoso Barrio Inglés. O por la orilla del mar, desde Peñuelas hasta La Serena. Es un recorrido bellísimo, que comprende varios kilómetros de besos y puro amor.
Lugares hay muchos y podría ocupar varias planas en recomendarlos, resaltando lo hermoso que es Chile. Con mi pololo aún no tenemos la suerte de conocer Bahía Inglesa (en el Norte) y Panguipulli (en el Sur) ¡pero sí todas las ganas!. Del primer lugar, hemos oído que tiene playas paradisíacas y domos de techo transparente, que permiten apreciar las estrellas. Del segundo, escuchamos que es un sitio mágico y lacustre, lleno de bosques y preciosas cascadas. Cualquiera sea la opción, sin duda será una bella aventura. Y lo más probable es que regresemos - en otra “escapada romántica” - si es que se trata de un imperdible para disfrutar con el ser amado.
Foto CC Vía Wikipedia