Reconozco tener fe en los inciensos. Creo en el poder de sus aromas para transmutar la energía de los espacios, atrayendo aquello que necesitamos. Además, armonizan los ambientes, lo cual he comprobado al estar muy ofuscada y quemar una varilla. La paz regresa a mí casi de inmediato.
Encender inciensos es costumbre de vieja data; ancestral. Griegos y egipcios los utilizaban en sus rituales. Fue uno de los obsequios que llevaron los Reyes Magos a Jesús, según la tradición cristiana. Siendo así y considerando su prevalencia en el tiempo, ¿cómo dejar de creer en ellos y confiar en sus efectos?
Lo cierto es que cada aroma tiene un propósito determinado. Y es lo que descubriremos en esta nota, para así darles un uso adecuado, ad-hoc con nuestros anhelos. Empecemos:
Albahaca: Disminuye la tensión nerviosa, fatiga mental y depresión. ¡Ideal para estudiantes en época de exámenes!
Almizcle: Tiene propiedades relajantes y afrodisíacas. También ayuda en el desarrollo de la voluntad y la determinación.
Ámbar: Protege contra las energías negativas, al igual que el Benjuí. Algunas personas utilizan incienso de ámbar para atraer el verdadero amor a sus vidas.
Canela: Otro afrodisíaco, que además predispone a la concentración y la meditación. Promueve el apetito, por lo que ha sido utilizado en el tratamiento de desórdenes alimenticios.
Cedro: Se asocia a la prosperidad material. Su fragancia es usada para purificar los ambientes y tratar afecciones nerviosas.
Coco: Induce al placer sexual.
Jazmín: Crea a su alrededor ambientes de amor, seguridad y veneración. Muy recomendable para encender en el hogar.
Lavanda: Indicado para descargas. Limpia ambientes y aleja el miedo.
Manzana verde: Atrae el bienestar y la buena salud.
Menta: Aleja la soledad interior y depura ambientes cargados.
Mirra: Ayuda en enfermedades psicológicas, ya que propicia la tranquilidad mental.
Pachoulí: Es el aroma ideal si lo que buscas es aclarar tus pensamientos, ya que favorece el que te organices, enfocando los problemas con mayor objetividad. Tiene efecto rejuvenecedor en la mente, cuerpo y espíritu.
Pino: Fragancia de poderes curativos, contrarresta enfermedades cardiacas y respiratorias. Hay quienes afirman que también ayuda en las transacciones comerciales.
Rosa: Alivia la ira, la pesadumbre y los celos. Nos predispone al amor.
Vainilla: Indicado para una noche romántica, ya que propende a la seducción y el encantamiento.
Violeta: ¡Es el incienso que debes quemar en tu oficina!, ya que impregna los lugares de energía positiva, propiciando la cooperación y buena voluntad.
Y tú, ¿ya escogiste cuál encenderás?