El 31 de enero recién pasado China celebró el inicio de un nuevo periodo: el Año del Caballo. Así es, porque - a diferencia de la cultura occidental - el país asiático utiliza un calendario lunisolar en que el comienzo de cada lustro oscila entre fines de enero y principios de febrero. En este almanaque, cada año está representado por un animal que determina la personalidad de los nacidos bajo su “signo”. Es lo que conocemos como “horóscopo chino”. Este oráculo consta de ciclos de doce años, tras los cuales el animal "regente" se repetirá.
Cuenta la leyenda que doce animales participaron de una carrera para asistir al banquete del Emperador de Jade. El primero en completar el desafío fue la rata, rápida y astuta, mientras que el caballo ocupó el séptimo lugar.
Pues bien, nuestro 2014 - 4712 en la cuenta oriental - es el año del equino, signo de quienes nazcan en el periodo o cumplan 12, 24, 36, 48 (y así para arriba) años durante él. Estas personas se caracterizan por ser amables, buenas comunicadoras e independientes, aunque también bastante impacientes (mi hijo es un “caballito” y doy fe de que así es).
Los hombres de este signo son buenos investigadores. Gustan manejar un amplio conocimiento respecto de los temas que les interesan, aunque sin profundizar mayormente en ninguno (Insisto ¡Ese es mi chiquillo!) Además, son conquistadores e indecisos, ya que no desean perderse de nada, razón por la cual optar - descartando una alternativa - les resulta bastante complejo. Se caracterizan también por ser idealistas, llamativos, cariñosos y muy protectores con sus seres amados. Las mujeres, en tanto, suelen ser alegres, atrevidas y excéntricas, sorprendiendo con su forma irreverente de enfrentar la vida. Manipuladoras, recurren a todas las artimañas a su haber para salirse siempre con la suya. Despiertan grandes pasiones, aunque son emocionalmente inestables. Al formar familia, son madres cariñosas y protectoras, que exigen respeto y obediencia incondicionales.
Pero el año del caballo es para todos, no sólo para los "equinos" que habitan entre nosotros. Y es un ciclo que - según los astrónomos - trae buena perspectivas laborales. Resultará especialmente favorable para consolidarnos en nuestro empleo u obtener éxito en los estudios; sin embargo, "alcanzar la gloria" dependerá del esfuerzo y rigor que pongamos en ello. También mejorarán nuestras finanzas y será un periodo de auto-renovación. 2014 propiciará hermosas sorpresas, tales como matrimonios, embarazos o el inicio de relaciones nuevas, apasionadas e intensas. Los pronósticos más oscuros, en tanto, nos advierten sobre pandemias, contaminación y problemas en el corazón, pulmones, sistema circulatorio y piel; así es que ¡a cuidarse!
No obstante los vaticinios, debemos tener presente que cada una tiene las riendas de su vida en sus manos. En la medida que orientemos nuestros esfuerzos en pos de los objetivos que tengamos, veremos buenos resultados. Y haremos que cada hora transcurrida sea un milagro; eso depende de nosotras, mucho más que de los animales y de los astros. Pero no está demás entretenernos con aquello que nos dicen, ¿o sí?
¿Y tú, qué esperas del año del caballo?