Como al comenzar a trabajar debemos tener antigüedad suficiente para salir de vacaciones, generalmente cuando entramos a mediados de año a algún lugar (a menos que lo negocien con su jefe) nos quedamos sin el disfrute veraniego. Por poco más de un año entero debemos decir, tristemente, adiós momentáneo al sol, a la arena y al tan anhelado bronceado.
Yo he pasado un año y medio sin vacaciones y ha sido una experiencia aterradora. Mucho cansancio acumulado y pica. Si, pica, por todas esas fotos en redes sociales que miraba mientras seguía trabajando en Santiago.
Pero como nada es para siempre, este año es mi venganza. Por fin ha llegado el tiempo de unas merecidas vacaciones, y después de la atroz experiencia sin ellas, vaya que son merecidas. Y anheladas. Dos semanas de vacaciones que se transforman en un oasis laboral.
Para asegurarme de disfrutar a concho, fui visionaria y pedí mis vacaciones para marzo. Puede sonar masoquista optar por permanecer prácticamente todo el verano – de nuevo- en la ciudad, pero de verdad ha sido una excelente elección.
Les recomiendo marzo por varios motivos:
1-En marzo comienza la temporada baja, por lo que salir al lugar que deseas te permitirá gastar menos plata.
2-Anda muy poca gente en Santiago (claro, todos están en la playa), lo cuál resulta muy agradable, sobre todo a la hora de subirte al metro o recorrer la capital caminando.
3-Cuando tu recién estés saliendo de vacaciones, todos los demás estarán regresando estresados, intentando adaptarse a la rutina en un mes muy activo. Entonces será tu turno de lucir fotos de guatita al sol, disfrutando de toda la playa para ti solita.
4-Tendrás la sensación de que no queda tanto para el próximo verano.
Y para que no sufras y logres permanecer trabajando todo el verano, sigue las siguientes recomendaciones:
1-Relájate. Aprovecha de que la jornada laboral en verano no es tan ardua y realiza tus actividades con calma. Además apuedes aprovechar el buen tiempo para realizar algún deporte al aire libre.
2-Mantén una dieta saludable. Aprovecha las frutas y verduras de temporada y come sano y rico.
3-No te exijas de más. En serio. En verano todo anda más lento así que no es necesario que te estreses.
4-Comparte. Sale con tus amigos y conversa mucho sobre lo que te complica, tus amigos siempre serán buenos consejeros.
Ya sabes, si tienes la opción de elegir tus vacaciones, considera hacerlo en marzo.
¿Te atreves?
Foto CC vía Flickr