¡Ilusión o pánico! (dependiendo del caso) El periodo no llegó en los días que tú esperabas y comienzas a preguntarte si es que una nueva vida se teje en tu interior. Si anhelas que así sea, estarás atenta a las señales que tu pequeñín podría dar de que se encuentra allí, escondido. Si ha sido un accidente, cada jornada te preguntarás con algo de angustia cómo sobrellevarías su repentina llegada.
No obstante, querida amiga, nuestra amiga de todos los meses puede retrasarse por diversos motivos. Y el estado de gravidez es tan sólo uno de ellos. Aquí te contamos las múltiples causas que podrían alborotar tus hormonas y - con ello - la visita de la incómoda pero necesaria menstruación. ¿Empezamos?
1. La primera causa que debes descartar es justamente aquella que tanto te preocupa o ansias: que allí en tu útero exista un pequeño “okupa” alborotándolo todo. Por ello, debes ir a la farmacia más cercana y comprar una prueba casera de embarazo. Practícala utilizando - de preferencia - la primera orina de la mañana, ya que al ser más pura y concentrada te permitirá obtener resultados fidedignos. Si el marcador final - en positivo o negativo - no te convence, pide cuanto antes una hora con tu ginecólogo. Tras auscultarte, el facultativo podrá determinar si es que hay una vida en tu interior o bien, solicitar un examen sanguíneo que dé un veredicto más preciso. E independiente de que busques o no estar encinta, si todo indica que es así ¡felicidades! Porque tener un hijo es lo más. La experiencia más bella de la vida y podrás corroborarlo en los meses que siguen.
2. Si el resultado es negativo, la ausencia de tu regla puede deberse a un alto nivel de estrés. Quizás algo ronda tu mente y te inquieta, sin dar tregua (puede ser la misma ansiedad por saber si te encuentras o no grávida). Cerebro y cuerpo están estrechamente conectados, por tanto, cualquier cosa que te preocupe alterará el normal funcionamiento de tu organismo.
3. Si vienes llegando de unas reposadas vacaciones en el Caribe - y por tanto, puedes descartar el estrés - pide a tu médico que te practique exámenes para descartar que padezcas el síndrome de ovario poliquístico. Sï, porque es otra de las razones que podrían retrasar la llegada de tu periodo. También solicítale que evalúe el estado de la glándula tiroides, ya que por su causa también suele ausentarse nuestra querida “regla”.
4. ¿Estás siguiendo un estricto régimen alimenticio? ¿Quieres bajar a cualquier costo los rollitos que ganaste en el verano? Amiga, si no te entrevistaste con la nutricionista eso está pésimo y puede estar provocando el trastorno que nos ocupa, ya que las mujeres mal nutridas tienden a presentar amenorrea.
5. ¿Muy vigorosa? ¿Full pila y deportista, tanto así que te cuesta estar quieta? Ojo, ya que si bien el ejercicio físico es extraordinario, un arduo entrenamiento atlético también puede causar desórdenes en tu ciclo.
6. Si has estado enferma durante un tiempo considerable, tu menstruación puede sufrir un retraso en tanto tu organismo se regula.
Cada una de nosotras conoce su ciclo. Por tanto, si presentas anomalías, no dudes en pedir hora al ginecólogo. Es el personaje idóneo para determinar con precisión el origen de tu desorden. Sabemos que no te gusta el PAP ni el tacto y que exhibir tu intimidad ante un “extraño” es bastante antipático. Pero es mega-necesario para cuidar tu salud tanto física como mental (al permitirte descartar enfermedades o, simplemente, salir de dudas)
Y tú, ¿cuánto tiempo has pasado sin tu regla?