Reconozcámoslo: muchas tenemos verdaderos dramas con el presupuesto mensual. No alcanza para cubrir todas nuestras necesidades, porque en más de una ocasión nos dejamos llevar por esos irrefrenables impulsos consumistas y terminamos gastando lo que no tenemos. Sí, porque diariamente hacemos esfuerzos sobrehumanos por decir no a bellos outfits, exquisitos cafés, panoramas imperdibles y otros varios que atentan contra nuestra economía. Pero nadie es de fierro y tarde o temprano, sucumbimos a la tentación.
Atendiendo a ello es que en Fucsia te traemos algunos consejos para optimizar tus finanzas del mes, adecuando tus gastos a los “haberes” (es decir, lo que ganas). Toma nota y ponlo en práctica:
1. Lleva la contabilidad: Destina un cuaderno a estos menesteres, anotando en una columna el ítem ”haber” (dinero con el que cuentas) y “debe” (lo que gastas). Es importante que registres cada egreso de dinero, así como cualquier ingreso extra que tengas (como que tu papá te dé un aporte o ganes un pequeño monto en un juego de azar). Comparar ambas columnas te ayudará a no excederte y gastar en acuerdo al presupuesto que tienes.
2. Considerar gastos fijos: Todas los tenemos (luz, agua, teléfono, colegiatura, etc.) Son “must” que no podemos "chutear", al ser de primera necesidad e indispensables para nuestra calidad de vida. Es importante determinar cuánto dinero requerirán y ¡que éste sea sagrado!
3. Ahorra un monto cada mes: Ten un fondo de emergencia para cubrir cualquier imprevisto (ojo, debes echar mano de él sólo en caso absolutamente necesario, no si se rompió una de tus uñas y necesitas manicure) Así, cualquier problema que se presente (rotura de cañerías, enfermedades o accidentes) no será una debacle económica para ti. En el mejor de los casos, si tras un año nada acontece, podrás destinar ese ahorro a unas merecidas e inolvidables vacaciones. ¿Qué tal?
4. Frena tus impulsos: Si saliste a vitrinear y viste una blusa irresistible a muy buen precio, no la compres enseguida. Vete al trabajo, cumple con tus obligaciones y regresa a la tienda 1 ó 2 días después. Ya tu mente se habrá enfriado, tendrás hechos los cálculos pertinentes y, al volver a ver la prenda, sabrás si realmente la quieres y puedes comprarla. Asumamos que no son pocas las veces que adquirimos algo de manera impulsiva y - una vez en casa - ¡descubrimos que en verdad no nos gusta! Por lo mismo, piensa y luego actúa.
5. Sé busquilla: Hay muchos panoramas realmente entretenidos y picadas súper económicas en las que puedes disfrutar los placeres de la vida sin gastar de más. No es necesario ir a comer todos los viernes a ese carísimo restaurante; prueba algo rápido y rico en esa bonita fuente de soda que hay en la esquina, o intenta preparar alguna de las deliciosas recetas de Cookcina. Reemplaza el cine semanal por una buena “película del recuerdo” en casa. Y, ¡ojo! que una sesión hot con tu pareja es mil veces mejor y más entretenida que ver ficción en la pantalla grande.
6. Revisa las ofertas: Por cargar tu tarjeta BIP en el metro o leer un matutino de distribución gratuita, muchas veces recibes un voucher de regalo que te permite acceder a salvadores descuentes. ¡Atenta con eso!
7. Lleva lo justo y necesario cuando salgas: Cuando nos sentimos felices con la pareja o las amigas, tendemos a gastar sin pensar. ¡Evita que te pase!
Siguiendo estos sencillos tips, verás como conseguirás llegar a fin de mes mucho más contenta y relajada. ¡Adiós a las billeteras vacías! Además, descubrirás que se puede disfrutar mejor la vida de forma simple que onerosa. ¡Atrévete a intentarlo!