Hay virales que realmente merecen ser compartidos. Como éste. Lo hallé casualmente en mi muro de Face, publicado por uno de mis muchos contactos. Llamó mi atención y lo vi. Ciertamente, valió la pena. Es conmovedor y nos deja una lección valiosa: sin saber, podemos tener frente a nuestros ojos a personas maravillosas, capaces de entregar un amor infinito, sin importar lo que la sociedad diga de ellas. Encontrar a estos tesoros depende sólo de que conozcamos qué experiencias hay detrás de quienes vemos a diario.
Las que hemos sido madres, sabemos el incomparable amor que nos despiertan nuestros pequeños, desde el momento mismo en que supimos que crecían en nuestro vientre. Parece ser el caso de esta joven mujer y su hija June; sin embargo, la génesis de su historia fue algo diferente. Conoce su experiencia después del salto:
Foto CC vía Flickr (Rolands.Lakis)