Viajar siempre ha estado dentro de mis ambiciones. Pienso que una puede “echar raíces” en más de un lugar y eso de conocer gente lo encuentro fascinante. Soy joven y no hay muchas cosas que me aten al lugar en el que estoy. Sé que mis amigos reales siempre estarán y mi familia me apoya en todos los pasos que doy. Por eso, desde hace años que vengo elaborando una lista de los países que me gustaría conocer a lo largo de mi vida.
Uno de esos lugares que les comento es Punta del Este, en Uruguay. Dos de mis mejores amigas lo eligieron para ir unos días a desconectarse del trabajo. Yo no pude acompañarlas porque en ese momento no tenía vacaciones, así es que tuve que quedarme en Santiago. Una pena, ya que había un lugar que me comentaron era “pintado” para mí, bien místico. Un pueblito ideal lleno de colores e historia: Piriápolis (foto que ven en la portada).
Tenemos la idea de ir a conocer más. Si bien, Punta del Este es más top, vale la pena visitarlo. Eso me lo dejaron muy claro. Conocieron muchas personas y fueron a fiestas increíbles, de esas que ves en la televisión (jaja) con un ambiente espectacular en la playa y un clima perfecto, un poco cambiante pero ideal. Denle una miradita al Hostal donde se quedaron en uno de sus pasos. Lo encontré genial.
Para qué hablar del paisaje: las fotos que sacaron son maravillosas. Lo que más me gusto fue ese sitio que les comenté al principio y el Parque Nacional Cabo Polonio, un sistema nacional de áreas protegidas en Uruguay. La Casa Pueblo también es una atracción imperdible.
Playa Mansa también se lleva unos buenos créditos a la belleza. Lo que me recalcaron ene fue que la cultura de la gente y la forma de relacionarse da envidia. Se toparon con personalidades de notable desplante, a las que se adaptaron muy bien. ¡Toda una experiencia!
Si quieren un consejo, traten de viajar siempre con una buena cámara. Para aquellas personas que adoran documentar todo para el recuerdo, lo mejor es juntar platita y comprar una profesional, ojalá con lente para que puedan capturar sus propias imágenes inolvidables. ¡Y otra cosa! Arrienden una bicicleta y váyanse a recorrer, no se arrepentirán. Hemos adoptado en nuestros últimos paseos esa costumbre y es lo mejor y más entretenido. Por supuesto, esta vez no fue la excepción.
Y eso. Espero poder ir pronto, pero antes, tenemos otros destinos en nuestra lista :)
¿Y tú, qué opinas de Punta del Este, qué fue lo que más te gustó o quisieras conocer?
Foto: archivo de la autora