Es difícil la vejez. Los años van pasando la cuenta: pierdes la energía que te caracterizaba cuando joven, tu cuerpo no responde de la misma forma y los “achaques” propios de la edad te hacen sentir pesaroso, nostálgico y fatigado. Por lo mismo, a veces puedes ponerte mañoso y refunfuñar a la más mínima provocación. No obstante, ¡cuán necesario es recibir un abrazo, un gesto de cariño y preocupación! O, simplemente, compartir una rica taza de té con tus cercanos. Sí, porque los ancianos se sienten muy aislados, cosa que resienten, pues el tiempo los vuelve más sensibles y vulnerables.
Es lo que le pasa a la tierna abuelita de este hermoso corto titulado "Changing Batteries". Su soledad termina cuando su hijo le obsequia a un particular compañero. Descubre la hermosa relación que ambos entablan… Eso sí, ¡ten a mano muchos pañuelos! (No digas que no te lo advertimos)
Y tú, ¿ya corriste a abrazar a tus viejitos?